En 1917, Willem de Sitter (1872-1935) utilizó la teoría general de la relatividad de Einstein para mostrar que un universo carente de materia estaría en expansión.
Su teoría incluye el incremento del corrimiento al rojo con la distancia. Más tarde, otros teóricos encontrarían mejores soluciones a las ecuaciones de Einstein, mostrando todas una expansión consistente con la ley de Hubble. Sin embargo, sus trabajos serían conocidos por los astrónomos sólo hasta la década de 1930.
Su teoría incluye el incremento del corrimiento al rojo con la distancia. Más tarde, otros teóricos encontrarían mejores soluciones a las ecuaciones de Einstein, mostrando todas una expansión consistente con la ley de Hubble. Sin embargo, sus trabajos serían conocidos por los astrónomos sólo hasta la década de 1930.
El movimiento de las galaxias a medida que participan en la expansión es denotado como el flujo de Hubble.
La hipótesis más común para dar cuenta de la expansión acelerada del universo es asumir la existencia de un tipo de energía exótica llamada energía oscura. De acuerdo con los cálculos cuantitativos alrededor del 70 % del contenido energético del universo consistiría en energía oscura, cuya presencia tendría un efecto similar a una constante cosmológica de tipo expansivo como el observado; sin embargo, la naturaleza exacta de este tipo de energía es desconocida.
Ahora un físico teórico de la Universidad de Heidelberg en Alemania, Christof Wetterich, ha propuesta otra hipótesis que pondría en duda la propia expansión del Universo. Su propuesta publicada en un paper en arXiv aún no ha sido revisada con el sistema tradicional de peer-review, de forma que no ha habido tiempo de que se critique su trabajo a fondo.
A pesar de esto, la idea de Wetterich no parece demasiado alocada para la comunidad científica, ya que se basa en que la expansión del Universo no sería cierta, sino que serían los cambios en las masas de las partículas lo que explicaría las observaciones de Hubble. Los expertos consultados por la prestigiosa revista Nature coinciden en que esta nueva interpretación del cosmos podría tener validez.
El corrimiento al rojo observado antaño, y que venía siendo explicado por la teoría de la expansión del Universo, podría deberse, según Wetterich, a los cambios en las masas de las partículas. La luz característica que emiten los átomos también está determinada por la propia masa de las partículas elementales, y si esta varía, también lo podría hacer la luz observada.
Como decíamos, los científicos han recibido con interés este nuevo artículo, que será discutido en los próximos días. Cuenta sin embargo con un gran 'pero': no puede ser probado. Entendemos la masa como una propiedad cuantitativa, pero no en términos absolutos, sino siempre en relación a algo. Por ello, como apunta el propio Wetterich, aunque no seamos capaces de realizar pruebas experimentales, sus ideas pueden darnos otra perspectiva cosmológica.
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